En la etapa seed (semilla), podrías sentir la tentación de aceptar la primera oferta de financiamiento que aparezca.
No lo hagas.
Primero, entiende bien lo que significa cada uno de los términos. Estás invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzo en hacer crecer tu empresa.
En este video te mostraré cómo asegurarte de obtener el mejor trato posible y demostrarles a los inversionistas que sabes lo que haces.
En una ronda seed, estás vendiendo acciones preferentes de tu empresa. Esto significa que los inversionistas se convierten en copropietarios.
Es diferente y más complejo que el SAFE o la nota convertible que quizá usaste en la ronda pre-seed, ya que estos se convierten en acciones preferentes solo cuando se da un equity round en el futuro.
Las acciones preferentes protegen el riesgo de los inversionistas e incluyen derechos como:
Cada término es negociable, así que debes entender los pros y contras de cada uno.
Uno de los puntos más importantes es: ¿cuánto control debes ceder? En una ronda seed típica, vendes alrededor del 20% de la empresa, por lo que la valoración es clave: determina cuánto capital recibirás a cambio de ese 20%.
Una valoración más alta beneficia al fundador; una más baja, al inversionista. Tu tarea es vender una visión sólida que justifique una valoración más alta.
Otro término esencial es el pool de opciones, que suele ser de entre 10–15 %. Se trata de acciones reservadas para atraer talento sin tener que pagar sueldos de mercado, dándoles participación accionaria.
Cuidado: si no negocias bien, el pool de opciones puede usarse como una vía indirecta para bajar la valoración efectiva de tu empresa.
Por eso, debes modelar su impacto en la tabla de capitalización (cap table).
La preferencia de liquidación determina cómo se reparten los fondos en caso de venta o adquisición.
Una preferencia estándar es 1X no participativa, lo que permite a los inversionistas recuperar su inversión sin afectar desproporcionadamente a fundadores y empleados.
Evita la preferencia de liquidación participativa, que permite a los inversionistas “cobrar dos veces”.
En esta etapa, la gobernanza cobra relevancia. Idealmente, en la ronda seed no cedas asientos en la junta directiva, porque en rondas posteriores (Serie A, B) inevitablemente deberás hacerlo.
A largo plazo, si no cuidas la estructura, los inversionistas pueden acabar controlando la junta y, con ello, la empresa.
Presta atención a los gastos legales. Algunos inversionistas esperan que la startup pague también a sus abogados.
Lo más justo es que cada parte cubra sus propios gastos, o al menos negociar un tope razonable.
Si llegaste a la etapa seed, ya creaste algo valioso. No lo entregues por errores de principiante. Negocia con confianza, respaldado por datos y proyecciones sólidas.
Este contenido es meramente informativo y no constituye asesoramiento legal personalizado. Para situaciones específicas, consulta con un abogado con experiencia en derecho corporativo de startups. Si no tienes uno, puedes empezar con una consulta legal gratis con nosotros en www.ruta.legal.
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